Este blog me ha traído cosas buenas, entre otras, ha sido el conocer mujeres que como yo tenemos un tipo de malformación de útero. Ya sabéis que uno de mis principales motivos por el que empecé a escribirlo fue el de poder ayudar a otras chicas para que sepan que ni son raras ni son únicas, ni tampoco están solas. En internet hay mucha información, quizás demasiada. Cuando no tienes un diagnóstico claro ni definitivo y tampoco has dado con buenos profesionales es demoledor porque no sabes con qué quedarte.
Pero aquí quiero abrir un rayito de esperanza para las que están preocupadas o para las que solo buscan información previa.
Y para estrenar la sección nadie mejor que Silvia (Ser madre: Toda una aventura!) que fue el primer blog que encontré en el que se hablaba de malformación uterina, su caso me dio otra perspectiva y vi un poco de luz. Por ello, he querido que sea ella quien nos cuente sobre su experiencia y aquí os la dejo. En cursiva mis preguntas.
Silvia, como seguramente
sabes, a día de hoy no tengo un diagnóstico final y definitivo en mi mano sobre
el tipo de malformación uterina que tengo… ¿Cuándo
y cómo supiste a la perfección lo que tenías?
S: Nunca lo he sabido; ni siquiera habiéndome practicado
dos cesáreas han sabido poner nombre y apellidos a la malformación uterina que
tengo. Me dicen que es una mezcla entre bicorne, subsepto y arcuato, con
malformación de cuello y con una trompa atrofiada y con forma de chimenea, que
es algo típico de los úteros unicornes.
Cuando me hicieron la primera histerosalpingografía,
el médico me pidió que le dejara las "fotos" para llevarlas a la
facultad de medicina donde impartía clases para poder enseñarle a los alumnos
una forma de útero "preciosa y única" (palabras suyas. ¡Ojalá fuera
algo normal y no tan "único"!) y en mis dos cesáreas siempre han
avisado a médicos residentes o estudiantes para que pudieran verme y aprender
algo poco habitual. En ocasiones me he sentido como un animal de laboratorio y
hubiera dado lo que fuera por tener un diagnóstico claro desde la primera
prueba que me hicieron y no ser un caso tan atípico.
En el momento de la
noticia ¿Tenías pensado ser madre en
poco tiempo? ¿Aceleró el proceso de búsqueda o fue meditado más tarde?
Tus dos hijos fueron
traídos al mundo a través de cesárea. La primera vez tu hijo mayor venía en V
lo que imposibilitaba un parto vaginal, viniendo tu pequeña en cefálica y con
el útero sin dar guerra ¿por qué otra
cesárea? ¿El motivo seguía siendo la malformación de útero?
S: El motivo de mi segunda cesárea planeada fue el tratamiento con anticoagulantes al que estuve sometida todo el embarazo por otras causas totalmente ajenas.
De todos modos yo comencé con contracciones de parto que no evolucionaban y el gine me dijo que de haber intentado parto natural probablemente habría acabado igualmente en cesárea. Cuando abrieron vieron además que la nena estaba un poquito atravesada por lo que queda también la duda de saber si se habría colocado correctamente llegado el momento.
¿Te plantearon operarte en algún momento?
S: Tan sólo un médico de todos los que consulté me planteó operarme. Con el tiempo supe que mi problema no tenía operación posible por lo que de haberme fiado de su diagnóstico no se qué hubiera pasado.
Tu también has pasado por
pérdidas gestacionales, como yo y como muchas de las que por aquí pasan…. ¿Fueron esas pérdidas debidas a la
malformación?
S: Casi nunca se sabe con certeza qué es lo que provoca una pérdida gestacional pero, según los médicos que consulté no parece claro que la malformación uterina sea la causante de pérdidas gestacionales tan tempranas. El saco gestacional y el embrión de las primeras semanas tiene un tamaño milimétrico o de pocos cm por lo que no es muy lógico que una malformación uterina afecte a ese nivel.
La malformación uterina (al menos del tipo que yo tengo) puede comprometer el desarrollo normal del embarazo llegándose a producir un parto prematuro.
En mi caso tuve tres abortos, los tres entre las semanas 7 y 9 y tras un estudio genético y cromosómico se determinó que se debieron a un transtorno de coagulación sanguínea. De ahí que en mi segundo embarazo tuviera que estar medicada con anticoagulantes.
Déjanos unas palabras de aliento, para las que
como en su día fuiste tu y fui yo, nos dimos con ese muro, ese desconocido que
se hace llamar de múltiples formas.
S: Hay mujeres que deseamos ser madres pero la vida no nos lo pone fácil. Yo siempre digo que no hay que rendirse y luchar por lo que queremos porque un hijo compensa todas las lágrimas, los malos momentos y el periplo de pruebas y médicos previos por el que debemos pasar. La esperanza no debemos perderla nunca y por muy duro que a veces se haga el camino hay que mirar para adelante y luchar. No nos podemos quedar con un diagnóstico tremendista porque ni siquiera los médicos son capaces de dar un diagnóstico 100% fiable y podríamos sorprendernos de como es capaz de reaccionar el cuerpo humano.
Pues aquí otra con malformación uterina. Por suerte me la llegaron a detectar y tengo a mi angelote. Por desgracia tuve que pasar por muchas pérdidas, muchos profesionales y que pasaran muchos años para que esto se cumpliera.
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