martes, 2 de diciembre de 2014

La higiene del bebé.

Os contaba hace ya más de un año lo que nos habían ido enseñando en las clases de educación maternal con respecto a los cuidados del recién nacido, pero hoy os voy a aportar no solo las cosas que ya sabía sino nuestra experiencia con Pichón.

Cuando Pichón nació tenía pelillo recubriendole algunas partes del cuerpo y junto con eso el vermix caseoso, que es la grasita que le recubre la piel mientras está en el útero. Aunque sospecho que le quitaron la mayor parte, cuando me lo dieron venía bastante embadurnadito, incluso tenía las orejas que parecía que se las hubieran metido en manteca de cerdo. Ese día no lo bañaron, pero el ritual empezó a la mañana siguiente.


EN EL HOSPITAL.

Estuvimos 7 días con sus noches de estancia en el hospital, allí las enfermeras a las 8 religiosamente se llevaban a Pichón de mis brazos (porque yo no lo dejaba en la cunita que se voltea) y lo bañaban. Lo pasaba fatal, porque lo oía protestar. Allí la cosa iba así: abrían esa especie de seta de ducha, lo cogían medio de pie con una mano y lo metían en esa especie de fregadero grande, con el chorro a saber a qué temperatura dándole por delante y detrás. No tardaban mucho más de 5 minutos y enseguida venía envuelto en una toalla limpia y calmado. No me gustaba verlo protestar, y desde luego a mi no me apetecía ver como lo manejaban con demasiada soltura (incluso ninguna delicadeza) sobre todo cuando a mi me sobraban la mitad de los baños. Durante sus días en neonatos fue parecido, aunque me consta que allí arriba lo hacen con mucho más amor (lo he visto).

EN CASA, LOS PRIMEROS DÍAS.

La matrona en su día nos dijo que no era imprescindible un baño diario y que tampoco hacía falta jabón.
Nosotros bañamos a Pichón por primera vez una semana después de llegar a casa exactamente, ni más ni menos. Y digo bañarlo con su bañera y el agua, porque le hacíamos un pequeño aseo diario.

Llenabamos la bañera y poníamos aceite, el agua a unos 35º aproximadamente y el ambiente caldeado. Nunca necesitó más y tampoco menos.
Los baños hasta los tres meses más o menos se los hemos hecho semanales, no vimos necesario bañar al niño cada día, ni siquiera cada dos días cuando además nuestra casa es demasiado fría y el bebé no sudaba nada y olía bien día tras día.

TRAS LOS PRIMEROS MESES.

Con la primavera y posterior verano empezamos a ser más habituales en el baño, además para ser justos lo disfruta muchísimo y nunca quiere salir. La matrona nos había advertido que los primeros baños eran un drama y sin embargo nosotros no pasamos por ello.
Con 4 o 5 meses empezamos a usar jabón, las muestras de BioCare y luego de Mustela que nos duraron meses (¡¡meses!!) y lo hacíamos dos o tres veces a la semana, en función del calor que hubiese hecho y lo sudadito que hubiese estado.
Para la cabeza, como es bastante pelado nunca usamos nada. Una vez a la semana le paso un poco de espuma jabonosa por el escaso pelo que tiene y le llega bien. Luego cepillamos a diario, especialmente  mientras toma pecho porque puede aparecer la costra láctea.

DESPUÉS DE CASI UN AÑO.

Pichón hará un año en un mes y 7 días. Ahora lo bañamos mucho más a menudo, según el nivel de empuercamiento que alcance. La norma viene siendo día sí/día no, pero hay días en los que se llena de pelusas y restos de comida asique nos vemos bañándolo todos los días de una semana muchas veces. El procedimiento es el mismo, salvo que antes echabamos el gel en el agua y ahora le ponemos un poquito en la esponja para hacer espumita. Con el pelo seguimos igual, nunca he usado champú y tampoco lo veo muy necesario con el tiempo que tiene.

Se que algunas pensaréis que soy una desconsiderada con el aseo y la higiene de mi hijo, pero nada más lejos de la realidad. Pichón tiene una piel estupenda y los niños no necesitan estar todos los días a remojo cuando son tan chiquitines, y os digo más, mi dermatóloga y la enfermera nos han felicitado por el buen hacer en este aspecto, pues tiene una piel increíble. Y es que aunque nos pueda sonar raro, los geles y los champús nos quitan la protección que genera nuestra propia piel y es lo mismo en los bebés.


UN ÚLTIMO APUNTE.

Para quien todavía esté con un bebé pequeñito o esté a punto de tenerlo os dejo otros datos a tener en cuenta que anoté el día de la clase con la matrona:

-Si usamos aceite para bañar al bebé debe ser vegetal y no mineral. El de almendras vale y es fácil de encontrar.
-Si se le descama la piel al recién nacido, algo común, podemos ponerle un poquito de crema hidratante, pero no embadurnar demasiado sino no respira la piel.
-Si no queremos bañarlo a diario una buena forma de aseo es con una toalla humeda y repasar bien los pliegues.
-Los ojos han de lavarse con una gasa por ojo y de dentro hacia afuera.
-La nariz y los oídos han de lavarse con gasa y no con bastoncillos. Se puede usar suero fisiológico si fuera necesario, empapando la gasa.
-Si el bebé tiene poco pelo cepillar a diario con cepillo.
-Si el bebé tiene mucho pelo cepillar a diario con un peine de bebé.


Y esto es todo amigos.... ¿Vosotras sois de las que bañáis a diario al bebé o fuisteis un poco más despreocupadas?