Ya casi no me queda nada de este corto camino de 9 meses. ¿Qué son 9 meses de una vida? Casi nada.
Hoy vengo a hacer un balance del tercer trimestre y el total del embarazo, a recapitular un poco todo esto que llevo dentro desde el 17 de Mayo (día en que vi mi positivo). Por si os apetece volver atrás os dejo mis reflexiones del
primer y el
segundo trimestre.
Lo he dicho muchas veces y creo que no me voy a cansar nunca de decirlo: soy afortunada.
Sí, lo soy realmente, así me siento y esto no lo va a cambiar nunca nadie.
Las que habéis seguido un poco mi historia o tenéis conocimiento de la malformación uterina que tengo sabéis que he pasado por muchos médicos, muchos y variados diagnósticos, varias pruebas y un intento de operación que acabó en nada. Además llevo a mis espaldas una pérdida gestacional que no es plato de gusto para ninguna mujer.
Empecé el camino con sentimientos encontrados, con el conocimiento de todo lo que tenía en mi contra tanto para engendrar como para gestar a un bebé y por otro lado el optimismo de querer intentarlo y soñar ser una de esas mujeres de las que siempre me hablaban en las consultas, en las que ahora me incluyo. Esa mujer que tenía un tabique completo o un útero bicorne total (nunca lo sabré, salvo que me hagan cesárea) y que consiguió llegar a término.
La pérdida gestacional que viví en 2012 me hizo hundirme un poco, para mi era el principio de un destino anunciado, todas esas cosas que lees que te pueden pasar: abortos de repetición, aborto tardío, parto prematuro sin viabilidad fetal, muerte fetal, posible relación con la infertilidad, etc....
A pesar de todo y os juro que no sé como,
me vengo arriba. Siempre. La llorera y la 'depresión' me dura unos días, luego me enfado conmigo misma y resurjo. Busco información, busco posibilidades, busco salidas, busco resultados.
Que me anulasen la operación fue lo mejor que nadie haya podido hacer por mi de forma inconsciente. Quizás ellos ya sabían que podría llevarlo bien, o solo querían retrasarlo un poco, porque como ellos decían...'Aún eres joven'... Y todavía no había tenido 'suficientes abortos'.
Tras el chasco inicial, el desconcierto y la mala uva que me gasté los primeros días,
decidimos no demorarnos más y seguir buscando. Dos meses y un resultado, igual que la otra vez.
¿Veis? no puedo ni quejarme. ¿Cuantas mujeres desean que la cosa vaya así? ¿Un par de meses y ya está?
Mi camino tampoco ha sido fácil a pesar de que considero que fue ''legar y besar el santo''.
Nadie me va a quitar los meses desesperando por una prueba, un diagnóstico, el dinero invertido en segundas/terceras/cuartas opiniones médicas,
las lloreras pensando que quizás no podría ser madre, incluso la cita que pedí en IVI para que me diesen ya una solución definitiva.
Pero aquí estoy, cada segundo más cerca de conocer a mi bebé, mi principito D, mi trozo de corazón, la luna de mis noches y el sol de mis días. El motor de mi vida, esa personita que me hace sacar más fuerzas de donde ya no había, ese que altera mis estados para bien o mal y que deja al resto desconcertado, ese que me aprieta las costillas y me comprime la vejiga desde su cueva oscura.
Mi chico me dijo hace unas semanas que ahora le daba miedo un segundo embarazo. Yo no entendía muy bien el porqué, ya que este ha sido maravilloso. Su miedo es que el segundo no sea tan bueno como el primero y lo pase fatal, como otras muchas mujeres.
Tiene su parte de razón, pero es
precisamente el bienestar que he vivido estos 9 meses y la ausencia de síntomas molestos lo que me hace pensar en repetir dentro de un par de años.
Pero por suerte, ahora mismo a 21 días de verle la cara al peque no le importaría repetir en unos años.
No tengo miedo al parto, mi hijo vendrá a este mundo de una forma u otra a pesar de mis preferencias. Lo importante es que él este bien y se sienta protegido y amado desde que su mirada cruce la nuestra por primera vez.
Aunque ahora me encuentre con los 'achaques' típicos del último mes lo cierto es que lo he llevado muy bien y así lo sigo haciendo.
¿Qué son unos pocos calambres, un poco de malestar al dormir o esa presión en la cadera cuando el resto del tiempo lo he pasado de fábula?
No es nada, es llevadero, es la prueba de que el final está cerca y eso, lejos de hacerme sufrir o maldecir (pedir que se acabe pronto como muchas madres)
me hace muy feliz. Una prueba más que he superado con nota y mi cuerpo se ha portado.
Mi útero se ha portado.
En este último trimestre me hice una mudanza , me salió un trabajo por unos días de jornada intensiva dando un curso para adultos, me subo 3 pisos hasta mi casa por que no hay ascensor y antes de mudarme vivía en un dúplex donde el baño quedaba en el piso superior. Tengo un embarazo de alto riesgo, con controles mensuales, con restricciones en cuanto a movimientos/trabajo/vida en general y sin embargo aquí estoy, encantada de la vida.
Como os podéis imaginar, todo es positivo. Quien me lo iba a decir a mi... Un embarazo mejor que de libro (sin vómitos, sin náuseas, un proyecto de estría en el ombligo, sin coger un kilo demás...) a pesar de todo. Lo que más me ha costado ha sido organizar todo lo del bebé y sobrevivir sin ingresos. Eso es lo único que cambiaría, la situación económica.
Por si fuera poco cada día estamos más unidos tanto mi chico como yo. Ya no nos podemos imaginar otra vida que no sea con nuestro pequeño, ya todo lo pensamos por y para él. Todo gira alrededor de mi enorme tripa ( y no lo digo por que esté enorme y pueda crear mi propio centro de gravedad).
Lo único que me da pena de este embarazo ha sido no poder hacer cosas que siempre he soñado desde que nos pusimos a buscar descendencia. Me falta una sesión de fotos bonita con mi barriga, un montón de pinturas en mi barriga, poder haberme ocupado personalmente de todas y cada una de sus cosas ya que no me dejan hacer casi nada 'por si acaso' (super proteccionismo, bueno, en realidad es todo por el peque no por mi)... En fin, quizás cosas superficiales.
Para compensar tengo cartas a mi hijo que quiero que lea algún día, tengo su (mi) álbum de embarazo y desarrollo y le voy a querer por siempre.
