QUE VIENE, QUE VIENE!

Ya no me queda nada para saber qué va a pasar finalmente. Como os había contado, ya tuve mi tan esperada histeroscopia donde me han confirmado el primer diagnostico.

Ya solo me quedan 7 días para saber de que forma se va a operar, qué voy a tomar si es que tengo que tomar algo, como será el proceso y el tiempo aproximado de espera para quitarme ese trozo de musculito que me sobra.

Este mes de Febrero se me ha hecho eterno, para que os voy a engañar. Es muy duro y el proceso todo es muy lento, solo pensar que todavía me quedan como mínimo dos meses para operarme y otros dos de recuperación me mina el espíritu. Amigas y conocidas van con sus niños de la mano, lucen barriguita o anuncian sus positivos mientras me voy quedando rezagada en mi búsqueda, tengo que darle tiempo al cuerpo y a la sanidad para poder ver cumplido mi sueño y aún asi.... Aún así nadie me asegura que la historia tenga un final feliz. Qué triste, ¿verdad?

No me cabe duda de que hay mujeres que tienen peores problemas con solución más o menos difícil y complicada por eso no me quejo nada o al menos no mucho, pero esta mochila tan pesada que me han puesto en la espalda me empieza a cansar, me agota y me deja sin fuerza en las cuestas haciéndose más ligera en las bajadas.

Se que no debo tirar la toalla pero en ocasiones me apetece dejarlo todo y volver a la búsqueda sin importar  la lucha que empecé hace ya algo más de un año cuando supe de mi malformación. Al segundo me doy cuenta de que las consecuencias de perder el Norte pueden ser fatales, y  no sé si estoy dispuesta a pasar por otra pérdida. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte.
 No sé hasta donde alcanza mi fortaleza interior.

Os contaré más adelante lo que me hayan planteado, y a ver si proximamente publico algo más.


Un besote!